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Carlos Fernández Shaw
(Cádiz, 23 de septiembre de 1865 – El Pardo, Madrid, 7 de junio de 1911), dramaturgo, poeta y periodista español, padre del periodista y libretista Guillermo Fernández-Shaw Iturralde.
En su ciudad natal cursó las primeras letras y la secundaria, aunque Pedro Sainz de Robles afirma que estudió en el Instituto de Noviciado, en Madrid; el caso es que el dramaturgo siempre se quejó amargamente del poco caso que le hicieron sus coterráneos. En Cádiz, empero, ganó como estudiante varios premios de poesía. En 1883 publicó su primer poemario, Poesías, y cuatro años más tarde Tardes de Abril y Mayo bajo los auspicios de Gaspar Núñez de Arce. Se traslada a Madrid para estudiar Derecho y se licencia por la Universidad Central. Fue secretario y más tarde director de la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid. Colaboró en La Ilustración, El Correo, ABC, Blanco y Negro, Nuevo Mundo y Por Esos Mundos. Fue redactor de La Época desde 1888 hasta 1899, año en que abandonó el periodismo para dedicarse exclusivamente al teatro, en lo que tuvo que ver sin duda el formidable éxito de la zarzuela La revoltosa (1897), cuyo libreto había compuesto junto a José López Silva. Esta colaboración fue el comienzo para ambos de una fructífera relación creativa en el campo del teatro lírico. En 1910 enferma de neurastenia; el 30 de mayo de 1911 ingiere veneno en un rapto de locura y casi fallece en ese conato de suicidio, si bien a los pocos días (7 de junio) dejó de existir en el Pardo tras largos padecimientos. Su hijo Guillermo (famoso autor de las zarzuelas Doña Francisquita, La rosa del azafrán, Luisa Fernanda, La tabernera del puerto), se hizo cargo de sus proyectos de colaboración interrumpidos como libretista de zarzuelas con el dramaturgo Federico Romero Sarachaga. Está enterrado en el Cementerio de la Almudena de Madrid, y en su lápida están estos versos suyos: «Cuando sueño con la Muerte / sueño también con mi tumba; / tumba de piedra sencilla, / donde me busque la luna…»Como poeta se le considera un precursor del Modernismo junto a Manuel Reina y Ricardo Gil; fuera de su etapa inicial, marcada por el sello de Gaspar Núñez de Arce, y que se recoge en el amplio volumen de Poesías (Madrid, Imprenta de Fortanet, 1883), se le deben en esta faceta los libros Poesía de la sierra (1908, segunda edición corregida y aumentada en 1913), considerado su obra maestra; Poesías del mar (1909), que fue también muy alabado por la crítica; La vida loca (libro de versos) (1909); El poema de caracol. Poema picaresco (1909), El alma en pena (1909[cita requerida], libro dedicado a la memoria de su padre),El amor y mis amores (Poemas ingenuos) (1910), La Patria Grande (Cantos marciales – Odas cívicas – Poemas rústicos) (1911);, Poemas del pinar (1911),Cancionero infantil y Los últimos cantares. También cultivó la leyenda: El defensor de Gerona: leyenda (Madrid: Gutenberg, sin año). Una antología de sus versos, El canto que pasa: antología poética (1883-1911), realizada y prologada por su hijo Guillermo, fue publicada en Madrid en 1947 por Aguilar. Sus Poesías completas fueron recogidas e impresas con prólogo de Melchor Fernández Almagro (Madrid: Gredos, 1966, Gráficas Cóndor).
Como autor dramático escribió sainetes (No somos nadie, 1909, con Francisco Toro Luna), pero se consagró especialmente al género chico y a la zarzuela. Fue autor junto con José López Silva, su coautor preferido, de uno de los exitazos de este último género, La revoltosa (1897), y siguió colaborando con él en El gatito negro (1900) y El alma del pueblo, (1905) ambas con música de Ruperto Chapí, entre otras piezas. Él solo escribió los libretos de las óperas Margarita la Tornera (1908), también de Chapí, y Las grandes cortesanas (1902). Escribió sobre todo en colaboración, aparte de con el mencionado José López Silva, también con otros autores como Luis López Ballesteros (Columba, 1910, ópera con música de Amadeo Vives, o La buena Ventura, 1901, inspirada en la novela de Cervantes), Javier de Burgos (La llama errante, zarzuela de 1888), Carlos Arniches (El baile del Casino, Los pícaros celos, El maldito dinero, La canción del náufrago), Tomás Luceño, Eusebio Blasco, Ramón Asensio Mas, Pedro Muñoz Seca (Las tres cosas de Jerez, 1907) y muchos otros. Hizo también revistas (Instantáneas, 1899, con Carlos Arniches y López Silva), juguetes (El hombre feliz), parodias (Sotero Chorli o Contra un padre no hay razón), dramas (La bendición) y comedias (La venta de Don Quijote, 1904; Las figuras del Quijote, 1910). También hizo el libreto de La vida breve, con música de Manuel de Falla.
Refundió obras clásicas, como Las castañeras picadas, sobre el sainete homónimo de Ramón de la Cruz, o Don Lucas del Cigarral, en colaboración con Tomás Luceño y con música de Amadeo Vives, sobre Entre bobos anda el juego de Francisco de Rojas Zorrilla. Las bravías: sainete lírico en un acto, dividido en cuatro cuadros (1897), de José López Silva y Carlos Fernández Shaw, con música del maestro Chapí, se inspira en La fierecilla domada de Shakespeare. En el episodio de Paolo y Francesca de la Divina comedia de Dante Alighieri se inspira La tragedia del beso: poema dramático en tres cantos Madrid, 1910 (R. Velasco imp.). Asimismo adaptó varias obras de François Coppée (La bendición, El certamen de Cremona, Severo Torelli -parodiado luego por él mismo en su Sotero Choreli-). En el Don Álvaro, o La fuerza del sino del Duque de Rivas se inspira El final de don Alvaro: drama lírico en dos actos, con música del maestro Conrado del Campo (1911).
Recopiló sus cuentos en La pícara Olalla, Madrid, sin año, aunque póstuma según el prólogo de su hijo Guillermo; esta obra incluye asimismo su famoso Poema de caracol. También escribió el discurso Relaciones entre la ciencia y la poesía: memoria leída en el Ateneo de Madrid la noche del 1º de diciembre de 1884 (Madrid: Guttenberg, librería nacional y extranjera, 1885, Imp. de Manuel G. Hernández)
Diego Fernández Montañés y Alvarez
El mayor benefactor que Cádiz haya tenido.
Con el remanente aún se pudo acometer la construcción del muelle de hierro de Puntales y colaborar sustancialmente en la creación del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Cádiz. En los años veinte del pasado siglo, el Ayuntamiento de Cádiz encargó al famoso escultor, Juan Cristóbal, una escultura de Montañés, que fue colocada en el lugar que hoy ocupa la fuente de las Tortugas. Posteriormente la escultura de Montañés pasó a un lateral de la Diputación Provincial y hoy está colocada en los jardines de Canalejas. Una estatua, como tantas, un tanto viajera.
Calle Hercules
Plaza de Mina
José Benjumeda y Gens
José Benjumeda y Gens fue un médicoy catedráticoespañolnacido en Cádizen junio de 1787.
Ingresó de colegial interno en el Real Colegiode Cirugía de Cádiz a los 17 años de edad. Obtuvo el premio de fin de carrera, expidiéndose RealDespacho de primer profesor de la Armada. Embarcó en el San Pedro de Alcántarapasando a la Habanay a Veracruz, en donde atendió a las epidemias de fiebreamarilla.
En noviembre de 1811 se le nombró disector anatómico del Real Colegiode Medicina y Cirugía de Cádiz. En 1824 se le nombra catedráticopropietario de Anatomía teórica y práctica y MaestroConsultor de la Armada Nacional.
Fue uno de los fundadores de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz . En 1843 se suprimen los Reales Colegios y se transforman en Facultades de Ciencias Médicas, aunque el de Cádiz parecía abocado a la desaparición, sus fuerzas vivas –comercio y municipio a la cabeza– consiguieron su reapertura en 1844 y al año siguiente se transformó en Facultad de Medicina de la Universidad Literaria de Sevilla en Cádiz. En 1845 accedió Benjumeda a Decano interino y en 1847 es el primer Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla en Cádiz. Aparece con el Nº 32 en el escalafón de 290 primeros catedráticos de 1849.
En un discurso conmemorativo a su antiguo profesor hizo una encendidadescripción de la batalla de Trafalgar desde el punto de vista médico.
Un alumno suyo llamado Federico Rubio y Galí escribió en su libro»Mis maestros y mi educación» sobre D. JoséBenjumeda :…»sesenta años de edad, pequeñuelo el cuerpo, un tantorechonchete, nariz breve y labios gordos. El tener los pies deformados porjuanetes y callos le obligaba a andar dolorido con torpeza y las piernasabiertas influyendo tales circunstancias en su carácter, que resultabamalhumorado y refunfuñón. Mas, como D. José era por dentro tan benigno,indulgente y bueno, la apariencia contraria lo hacía más simpático, respetado yquerido… Siembre decía a todo que no pero después, accedía» .
Casado en dos ocasiones, tuvo ocho hijos del primer matrimonio. Tres de ellos Manuel, Federico y José Antonio destacaron como catedráticos deMedicina. Tenía su domicilio en el barrio de Hércules, en la Plaza de Viudas nº 27 .Fallecido en Cádiz el 27 de abril de 1870 .
Flor de Lis por el rey de Francia debido a los servicios prestados a losfranceses como cirujano en 1819. Médico de Cámara Honorario de Su Majestad;Vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina y Cirugía; Vocal de la Junta de Instrucciónpública; Vocal de la Junta Provincial de Sanidad por Real nombramiento; CaballeroComendador de la Ordende Carlos III; Caballero Comendador de la R.O. Americana deIsabel la Católica,miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País. Médico de Cámara Honorario del Ilustre y Real Cuerpo de Maestranza deCaballería de Ronda .
En el patio de la Facultadde Medicina de Cádiz hay un busto suyo de bronce y en el Decanato un retrato alóleo. El Ayuntamiento, en Cabildo de 20 de mayo de 1870 acordó poner el nombrede Benjumeda a la antigua calle de La Zanja, afluente a la Facultad de Medicina, que todavía perdura.
La buena gente
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Cádiz. Décadas 70 80.wmv. Cádiz antiguo.
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Plaza de Fragela
La plazuela de Fragela se consideraba unida a la plaza de Alfonso XII(actual Plaza de Falla). Con anterioridadno se conoce que tuviese nombre alguno. En 1866 se reformó el pavimento. Alconstruirse el famoso Gran Teatro (1884 -1910), se le dotó de jardines y frondoso arbolado, que hacían de ella un amenopaseo. Los asientos de hierro fueron costeados por el señor concejal D. José Ruiz de Bustamante.
El 23 de abril de 1873 se le dio elnombre de Plaza de Sevilla, denominación que duraría poco tiempo.
En la actualidad la plaza está en proyecto de reforma y se pretenderecuperar la antigua fisonomía. En esta plaza destacan, aparte del yamencionado Gran Teatro Falla, la Casa de las Viudas, la Facultad de Medicina, la más antigua de España y la capilla Castrense.
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Parque Genoves
PLAZA TOPETE
Antonio Alcalá Galiano
Perteneció a una influyente familia de militares como hijo del marino Dionisio Alcalá Galiano, muerto en la batalla de Trafalgar, tío del escritor Juan Valera. Y sobrino del Capitán General de la Armada, Don Juan María de Villavicencio y de la Serna, Regente del Reino, durante la estancia de Fernando VII en Bayona.
Tras sus estudios en el Real Colegio de la Purísima Concepción de Cabra, recorrió con su padre el Mediterráneo en 1802, deteniéndose en Nápoles. En 1806 ingresó como cadete en Guardias Marinas Españolas y al año siguiente fue hecho maestrante de Sevilla. El 8 de noviembre de 1808 casó con María Dolores Aguilar, de la que tuvo un hijo y se separó, presuntamente por infidelidad de la esposa en 1815. Por entonces tenía fama de libertino y borracho. Era, además, de una extrema fealdad.
Abandonó la carrera militar en 1812. Doceañista en su juventud, tomó partido junto con José Joaquín de Mora en 1814 contra la introducción del Romanticismo reaccionario germánico por Juan Nicolás Böhl de Faber en Cádiz, pero después de su emigración londinense apoyó la nueva estética, de lo que da fe su «Prólogo» a El moro expósito de su gran amigo Ángel de Saavedra, Duque de Rivas, que supone de hecho el manifiesto del Romanticismo español. Participó en la conspiración que terminó con el triunfo del liberal Rafael del Riego en 1820 y la proclamación de la Constitución de Cádiz derogada por Fernando VII. Fue considerado como un gran orador y defendió el liberalismo exaltado en la Fontana de Oro durante el Trienio Liberal, en que militó en la sociedad secreta Confederación de Caballeros Comuneros, pero luego se pasó a la Masonería y al partido moderado y tuvo que marcharse al exilio al votar la incapacidad del rey Fernando VII en 1823.
En Londres sobrevivió enseñando lengua y literatura española. Hasta entonces era fundamentalmente un gran lector de Montesquieu; a partir de entonces se imbuyó del pensamiento político inglés y en consonancia con el liberalismo moderado de Edmund Burke rechazó la política de principios abstractos y se inclinó por el utilitarismo hasta convertirse al liberalismo doctrinario de Alexis de Tocqueville y Benjamin Constant de Rebecque.
Sus coetáneos son unánimes al afirmar que Antonio Alcalá Galiano destacaba como orador. Además es autor de una de las mejores autobiografías del siglo XIX, redactada en dos versiones: los Recuerdos de un anciano (1878) y las Memorias (1886), algo más detalladas. Por otra parte, fue también un gran crítico literario, como demuestran sus Lecciones de literatura española, francesa, inglesa e italiana del siglo XVIII. Compuso además unas Lecciones de derecho político y constitucional (1843).
Obras Recuerdos de un anciano (1878)
Memorias (1886)
Lecciones de literatura española, francesa, inglesa e italiana del siglo XVIII
Lecciones de derecho político y constitucional (1843).
Apuntes para servir a la historia del origen y alzamiento del ejército destinado a Ultramar en 1 de enero de 1820
Sonetos
En el álbum de la señorita de Gaviria
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Juan Álvarez Mendizábal
Hijo de Rafael Álvarez Montañés, comerciante, y de Margarita Méndez, aprendió idiomas modernos y recibió formación comercial en el negocio de su padre. Durante la Guerra de la Independencia, sirvió en el Ejército del Centro y, habiendo sido capturado en dos ocasiones, logró fugarse en ambas. El 21 de febrero de 1812 se casó con Teresa Alfaro y desde entonces decidió cambiar su segundo apellido, Méndez, por Mendizábal, para ocultar el origen al parecer judío de los Méndez, según la opinión más generalizada, por más que en 1811, siendo Ministro de Hacienda del Ejército del Centro, firmaba ya sus documentos como Mendizábal, tal y como se puede encontrar en el Archivo Histórico Provincial de Albacete, por lo que su nombradía como Mendizábal le precedía antes de casarse.
Entró en contacto con Vicente Bertrán de Lis, del que aceptó un empleo, pasando poco después a ser socio suyo. Comisario de guerra honorario en 1817. Desde 1819 se encarga de los suministros del ejército de Andalucía, lo que le permite prosperar y le pone en contacto con los revolucionarios liberales, convirtiéndose en uno de ellos. Fue masón del «Taller Sublime» de Cádiz junto a Francisco Istúriz y Antonio Alcalá Galiano. Adelantó dinero (que se hizo pagar) para la conspiración de Rafael del Riego y se unió a su tropa desde el 27 de enero hasta el 4 de marzo de 1820. Se dedica por entonces a la importación de carey de Birmingham para fabricar peines. Durante la marcha de las Cortes a Cádiz en 1823, Mendizábal organizó el traslado y avitualló lo que quedaba del ejército y se encargó también de la intendencia de la Cádiz sitiada. El 30 de septiembre de ese año escapó a Gibraltar. Condenado a muerte por el absolutista Fernando VII como tantos otros, marchó emigrado a Londres, donde ingresó en prisión por deudas, aunque pronto logró salir a flote negociando la importación de vinos españoles. Allí consolidó una gran red de amigos y socios que en el futuro le resultarían muy útiles. Sus negocios le llevaron a Francia al menos en 1828 y en 1830.
Intervino en la financiación de la expedición de Vera en 1830 de acuerdo con Ardouin y otros financieros. Después intervino también en la financiación y organización de la guerra civil portuguesa, en el bando liberal, por supuesto. También financió una fuerza militar en Bélgica. En 1834 el conde de Toreno le invitó a volver a España y fue nombrado ministro de Hacienda el 15 de junio de 1835, alcanzando la Presidencia del Gobierno en lugar de Toreno el 25 de septiembre. Aunque estaba implicado en la «revolución de las juntas», negociaba semisecretamente también con la Junta de Andújar, la de Barcelona, con Istúriz, Alcalá Galiano, Argüelles y el Conde de las Navas.
El partido mendizabalino no era popular, a pesar de la fama que le dieron los decretos desamortizadores del 19 de febrero y 8 de marzo de 1836, la llamada Desamortización de Mendizábal, que pasó las propiedades improductivas y en poder de la iglesia y las órdenes religiosas, no a manos del pueblo, como era la intención de Mendizábal, sino a las manos de la oligarquía terrateniente, con lo que se evitó la formación de una clase media o burguesía que realmente enriqueciera al país y no siguiera ocupando latifundios improductivos. El procedimiento seguido para evitar que las propiedades pasaran al pueblo fue el subastar las propiedades en grandes bloques que los pequeños propietarios no podían costear. Mendizábal no gestionó el desarrollo del proyecto, pues la reina gobernadora le depuso el 15 de mayo de 1836, menos de un año después de llegar al poder, aunque volvió a ser ministro de Hacienda con Calatrava después de la Revolución de 1836.
Otra reforma importante fue la redención de quintas, con la que daba oportunidad a los burgueses de pagar si no querían que sus hijos fuesen al servicio militar y por concluyente a la guerra. Lo que favorece a las clases poderosas y da un paso atrás en el pensamiento liberal porque ya no habría igualdad entre individuos.
Ya en 1835 había sido elegido Mendizábal procurador por Gerona, pero en 1836 lo fue por Barcelona, Granada, Pontevedra, Málaga, Cádiz y Madrid (eligió Cádiz), lo que da idea de su poder. De nuevo en 1836-1837 y en 1838-1839 fue diputado por Madrid. En 1839, elegido diputado por Madrid, Albacete y Murcia, optó por Murcia. Lo fue por Madrid en 1840; en 1841 lo fue también, aunque fue elegido también por Albacete, Ávila, Murcia, Cádiz y Toledo. Cuando se debatió la regencia por la minoría de edad de Isabel II, se declaró en favor de la regencia triple contra Espartero, esto es, militó en el bando de los «Trinitarios». Representó a Madrid en la primera legislatura de 1843 y ese año volvió a ser ministro de Hacienda, pero la contrarrevolución le hizo huir a Francia y no regresó hasta 1846. Todavía fue diputado por Madrid entre 1846 y 1850.